El arte y el medio ambiente apelan a la razón y los sentimientos. ¿Qué ocurre cuando los mezclamos? La respuesta está en el arte ambiental, un movimiento que practican artistas de diferentes disciplinas y que convierte la naturaleza en su inspiración o materia prima para transmitirnos su belleza y animarnos a preservarla.
¨ El arte ambiental nos hace reflexionar sobre las consecuencias de nuestros actos sobre el planeta ¨
La belleza de la naturaleza nos ha inspirado desde hace mucho tiempo para expresarnos más allá de las palabras desde las pinturas hasta las fotografías digitales más impactantes del reino animal y vegetal. Sin embargo, la crisis medioambiental de nuestros días ha impulsado una nueva corriente artística que no se limita a capturar y representar la naturaleza como en épocas pasadas, sino que la convierte en su propia obra.
Cuando hablamos del arte en la naturaleza solemos pensar en todo tipo de paisajismo. Este género pictórico fue venerado en Asia desde la antigüedad y menospreciado en Europa hasta que el Barroco holandés lo puso en valor y lo exportó a otros países.
La naturaleza también ha estado muy presente en otras artes visuales. Desde los jardines de Versalles (Francia) de André Le Nôtre a esculturas como el Peine del viento de Eduardo Chillida en San Sebastián (España) o las fotografías del Parque Nacional de Yosemite (Estados Unidos) del californiano Ansel Adams, tuvieron al mundo natural como fuente de inspiración. Asimismo, la arquitectura japonesa integra las construcciones con el entorno y emplea materiales vegetales como el papel, el bambú y la madera.
Niebla en Guernsey, Pintura de Pierre-Auguste Renoir